martes, 9 de febrero de 2010

DULCE ENCUENTRO


Abro mis ojos y entra por la ventana el empezar de un día soleado, son las 7 de la mañana… anoche me costó dormirme, echaba de menos al dueño de mis sueños, hacia unos días que no sabíamos nada el uno del otro.

Me incorporo de la cama, la jornada se presenta calurosa, me voy a la ducha, imaginándote a mi lado acariciando y enjabonando mi cuerpo. Hace tanto calor que ni siquiera me seco, directamente me vuelvo a la cama, estoy algo perezosa, cuando suena mi teléfono, y eres tú…

--- Hola cielo, que tal estás? apenas logro escucharte cuando se corta la llamada, qué decepción, me apresuro a llamarte yo, cuando llaman a la puerta (quién será a estas horas ?)

Me pongo una camiseta encima voy a abrir. ¿ Quién es ?, pregunto y al escuchar tu voz, mi corazón da un vuelco, mis piernas tiemblan…, al abrir allí estás tu delante de mi puerta.

Tu sonrisa la que me hace perder el sentido.

Temblando, abro la puerta, sonríes al tiempo que me dices,

--- ¡ Sorpresa !!

No soy capaz de articular palabra.


Después de darme un dulce beso en los labios, solo te puedo decir…

-- Pero aquí, por qué no me has avisado?

Temblaba sin parar… cuantas noches había soñado con tenerte delante de mí, y ahora que te tenía no podía creérmelo.

Eres más guapo de lo que ya había visto de ti, tus ojos en los que me encanta perderme, tus labios que tantas veces había imaginado su dulzura, su calor y su pasión.

-- Decidí darte una sorpresa, me dijiste, así que cogí el avión y aquí estoy.

Te acercaste más a mí y pusiste tu mano alrededor de mi cintura, y susurrándome al oído me dijiste:… este era nuestro sueño, lo que tanto deseábamos, y ahora ya es realidad.

Pasaste la yema de tus dedos por mi cara para terminar dibujando mis labios con ellas, tu mano se deslizó hasta mi nuca y con mucha dulzura y suavidad posaste tus labios sobre los míos, el beso hizo que perdiera el norte, que me volviera vulnerable entre tus brazos, en ese momento me sentía como una auténtica reina.

Me tomaste de la mano y me llevaste a la cama, ibas desnudándote por el camino sin pérdida de tiempo, yo no dejaba de temblar, te acercaste a mí, y me sacaste la camiseta, mientras tus ojos recorrían cada centímetro de mi cuerpo, por el que pasaban mil y una descargas.

Notaba como entre mis piernas la humedad iba en aumento mientras tus caricias me volvían loca, y tu miembro erecto rozaba entre mis piernas, sentía como crecía cada vez más y más al contacto con la suavidad de mi piel.

Mi boca y mi cuerpo te pertenecían por completo en ese instante, disfrutando de cada beso y cada caricia tan anhelados por los dos, he de decir que era mucho mejor que en mis sueños.


Tus labios recorrían mi cuello hasta mi nuca, bajando por mis hombros, con una de tus manos agarraste fuertemente mi pecho mientras tu boca se apoderaba del pezón que al contacto con su lengua se puso muy duro, me miraste a los ojos y me dedicas una sonrisa pícara, seguías mordisqueando y lamiendo mi pezón juguetón, sentía los espasmos de placer, cada vez que tu lengua lamía mis pezones.

Tu mano se fue deslizando por mi abdomen hasta llegar a mi entrepierna, al sentir la humedad que había no pudiste evitar que se te escapara un gemido y morderte los labios.

Sentía como tus dedos recorrían mi sexo de delante atrás, haciéndome arquear la espalda, mi respiración se volvía más agitada, metiste tus dedos impregnados de mis fluidos, en mi boca, saboreé mi propia humedad dulzona, mojando bien tus deditos.

Bajaste tus dedos mojados hasta mi sexo de nuevo e introduces un dedo en él dibujando círculos en su interior, sentía como mi sexo ardía por dentro, en otro movimiento eran dos dedos los que entraban y salían de mi sexo.

Mis gemidos se convirtieron en gritos de placer, cuando tus labios aprisionaron mi clítoris separando con la mano los labios de mi sexo, mientras introducías tu lengua en él, sentía como entraba y salía de mi sexo, como lo recorrías lamiéndolo todo, cada vez más rápido y más fuerte.

Acercaste tu boca a la mía y me besaste con pasión, tu boca sabía a mi sexo, mientras te colocabas encima de mí y separabas mis piernas, colocando tu miembro en la entrada de mi sexo empujando con suavidad, fue resbalando con facilidad dentro de mí, hasta que con un golpe seco empujaste tu miembro hasta el fondo, primero despacio, entre gemidos, notaba como tu sexo iba rozando con las paredes del mío mientras entraba y salía de él, después el ritmo fue en aumento y los movimientos circulares de tus caderas.

Mi cuerpo se estremecía de placer, tu boca se apoderaba de la mía mordiendo mis labios, enredando tu lengua con la mía entre gemidos y gritos de placer.

Hasta que un gran estallido de placer recorrió mi cuerpo, entre espasmos y gemidos pude sentir como estás en tu momento de llegar al máximo placer y te retiro de mi interior para acercar mi boca a tu sexo y empezar a lamerlo, acariciarlo con mi lengua y mis labios, mientras colocaba tu pene entre mis pechos, mojando mi canalillo con mi saliva para que se moviera por él con más facilidad.


Entre tanto mi boca seguía acariciando la punta de tu pene, y masajeándola con mis pechos, tu respiración se acelera más y más, haciéndote estallar, tu néctar se derramó por mis pechos, acerco mi boca y mi lengua y mis labios recogieron esa mezcla de jugos dulzones.

Nos entregamos en un largo peso apasionado, fundiendo nuestros cuerpos en un abrazo sin fin.

Sigo soñando que me muero por besarte….y sentir el calor de tu piel sobre la mía amor…

by Dama




1 comentario:

  1. Sencillamente deliciosa sorpresa, mil deseos buscados, cien pasiones sentidas...

    Yo quiero una sorpresa asi!!!

    Besos querido amigo

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