
con ojos angelicales,
mujer sublime
de belleza irradiante.
Tú, que desnuda a la vista del sol
me haces pensar sueños húmedos.
Tú, con cabellera de oro
rubia que desata mis pasiones
eres la bella dama
que todo hombre desea,
elegante, sutil, hermosa, sonriente.
y ahora que veo tu desnudez plena,
te describo sutilmente:

jugosos: son el néctar de la vida,
con tu cuerpo perfecto,
divina eva moderna: es el manjar prohibido,
con tus curvas de fuego,
deseables: son la lumbre que quema mis deseos
con tus piernas torneadas,
muslos palpables: son lo que invitan al placer.
Recordándote asi; bella dama
elegante, irradiante, desnuda en mis sueños;
ocupando nocturnamente mis espacios,
solapando por las noches frias... mis deseos.